Jesucristo, dando un ejemplo de amor, misericordia y perdón, dejó que los hombres le mataran. Jesucristo no hizo sacrificios porque a Dios no le agradan los sacrificios ni quiere sacrificios.
Jesucristo enseñó los verdaderos mandamientos de Dios con su enseñanza del Evangelio y con su ejemplo de amor, misericordia y perdón, para que comprendamos que no se debe matar ni hacer daño a nadie.