
Iniciado por
Elisabet*
Jesucristo era Dios mismo que se hizo hombre. Y como hombre que se había hecho, su carne clamaba al Espíritu, porque como hombre sufrió la angustia, el temor y el dolor, como lo sufren los hombres pero sabiendo lo que iba a sufrir porque Él era Dios y lo sabía todo.