La parábola del fariseo y el publicano describe a unos que confiaban en sí mismos como justos y veían a los demás como pecadores. Y en este caso eres tú el que siempre está hablando de los demás como hipócritas y como si tú te vieras justo. Por tanto, examinate a ti mismo no vaya a ser que esa parábola te describa a ti.
Y en cuanto a Roberto, no necesita que yo le recuerde los mandamientos, pues él sabe muy bien los mandamientos que Jesucristo mandó guardar para tener la vida eterna, y siempre los recuerda y recuerda que hay que guardarlos, asi que no tiene sentido lo que dices, pues él sabe como vivían los primeros cristianos, que tenían todas las cosas en común y no llamaban propia a cosa alguna.