Es muy triste ver que cada vez hay en el mundo menos amor por los misericordiosos mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
Además hay mucha confusión en el mundo porque hay muchas religiones que se llaman cristianas pero no enseñan la misericordia que Jesucristo enseñó cuando predicó el evangelio. Y por ello todos los que están confundidos no saben que la misericordia es lo que Dios quiere y siempre quiso, y no la violencia ni los sacrificios, que nunca fueron mandados por Dios.
Todos los mandatos de violencia, penas de muerte, guerras, genocidios, esclavitud y sacrificios fueron abolidos por Jesucristo porque solo eran preceptos de hombres, no de Dios, por eso Jesucristo los abolió, pues Jesucristo no había venido a abolir la verdadera ley de Dios, sino que nos dio a conocer los verdaderos mandamientos de Dios, que son los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.