Lo que te digo es que predicas un Evangelio incompleto, sin su ley y sus mandamientos, y que no debes despreciar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó predicar y guardar para entrar en la vida.
Así que debes corregirte, porque no está bien que olvides los mandamientos de Jesucristo.