“Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.”
“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.”
Y ahora, aunque solamente sea por esta vez, usemos el razonamiento:
Si estuvieron en Belén solamente el tiempo necesario para cumplir con la ley (cuarenta días), y después se fueron a su ciudad de Nazaret, donde el niño creció en la gracia de Dios, no ha lugar a las truculentas historias de Mateo.