EXODO 20:13
A los israelitas se les dio la ley mosaica, en la que se incluía una extensa legislación
sobre el acto de quitar la vida humana. Diferenciaba entre matar a alguien deliberadamente y hacerlo por accidente.
Cuando alguien alegaba ser un homicida involuntario, se investigaban los siguientes factores:
1) si odiaba a la persona muerta (Dt 19:11, 12; compárese con Jos 20:5),
2) si había estado al acecho de la víctima (Nú 35:20, 21) y
3) si había usado un instrumento o cualquier otro objeto que pudiera infligir una herida mortal. (Nú 35:16-18.)
Hasta a los esclavos se les tenía que vengar si su amo los mataba a golpes. (Éx 21:20.)
Mientras que a los homicidas deliberados se les castigaba con la pena de muerte y no tenían posibilidad de rescate,
los homicidas involuntarios podían conservar la vida aprovechándose de la seguridad
que se les ofrecía en las ciudades de refugio. (Éx 21:12, 13; Nú 35:30, 31; Jos 20:2, 3;