?(1 Juan 2:2) Él es un sacrificio de reconciliación por nuestros pecados,
pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
?(Romanos 3:25) Dios lo presentó a él como ofrenda de reconciliación mediante la fe en su sangre.
Esto lo hizo para demostrar su propia justicia, porque Dios fue paciente y perdonó los pecados del pasado.
?Romanos 3:25-26 Nueva Biblia Viva (NBV)
25-26 Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados.
Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados,
pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo
y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.
?(Hebreos 2:17) Así pues, tuvo que llegar a ser igual que sus “hermanos” en todo sentido,
para poder ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo relacionado con Dios,
a fin de ofrecer un sacrificio de reconciliación por los pecados de la gente.
?(1 Juan 4:10) El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio de reconciliación por nuestros pecados.
?1 Cor 5:7?Quiten la levadura vieja para que puedan ser una masa nueva,
sin fermentar, así como de hecho lo son. Porque, en efecto,
Cristo, nuestro cordero de Pascua, ha sido sacrificado
?Efesios 1:7 Por medio de él conseguimos la liberación por rescate mediante su sangre,
sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de la bondad inmerecida de Dios
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Tú siempre estás con los sacrificios. Pero Dios no mandó sacrificios, pues Jesucristo enseñó que Dios no quería sacrificios, sino misericordia. Y la cita que nos recuerdas (1 Juan 2:2) en otras Versiones de las escrituras dice así:
1 Juan 2:2
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Propiciación es un acto agradable a Dios. No tiene nada que ver con sacrificios, pues los sacrificios no agadan a Dios. Y ya que has recordado esta cita, deberías aprender bien lo que dicen los versículos que siguen y que dicen que se deben guardar los Mandamientos de Jesucristo, cosa que tú nunca quieres recordar ni enseñar:
1 Juan 2:3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal e s mentiroso, y la verdad no está en él;
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Nosotros servimos a Jehová porque estamos agradecidos a él.
Analicemos otro aspecto importante de la adoración a Dios en Israel:
las ofrendas de paz o de comunión.
En el libro de Levítico, aprendemos que los israelitas
podían ofrecer un sacrificio de paz como “una muestra de agradecimiento” (Lev. 7:11-13, 16-18).
No presentaban esta ofrenda porque tuvieran que hacerlo,
sino porque deseaban hacerlo.
Así que se trataba de una ofrenda voluntaria que hacían por amor a su Dios, Jehová.
Quien hacía la ofrenda, su familia y los sacerdotes comían la carne del animal sacrificado.
Pero ciertas partes del animal eran solo para Jehová. ¿Cuáles?
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Como reconoces PRIMERO SOLO A LOS JUDIOS DESPUES QUE LOS JUDIOS LO RECHAZAN A TODA LAS OTRAS NACIONES DEBES ESTUDIAR EL EVANGELIO MAS CUIDADOSAMENTE MISE. Jw.org/es
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)