Cita Iniciado por Ju@njo Ver Mensaje
Buenas KIMO,

Tu que te crees tan sabio y tan listo... Dices que creer en la sangre te libra del pecado, ¿Verdad?

Por lo tanto se supone que no tienes pecado porque crees en la sangre.

Dices que la gente muere porque tiene pecado.

¿Estás diciendo con esto que tu como no tienes pecado eres inmortal?

¿Nunca vas a morir y nunca has enfermado desde que crees en la sangre y nunca vas a enfermar?

En fin vives en un sin sentido e intentas justificar lo injustificable.

Nadie nace con pecado, el pecado cada uno se lo gana con sus actos, con sus rebeldías y Jesucristo nos da en su Evangelio las enseñanzas para no pecar y obrar conforme a lo que Dios quiere.

No lo tomes como un ataque a ti
Yo digo igual a nuestro querido apóstol Pablo
soy el mas pecador


No hay otra razón por la muerte
a Adán Jehova Dios le dijo
el día que comas morirás
por que fue hecho para no morir


Cuando comió, Jehova cumplió su promesa
se convirtieron en personas defectuosas, imperfectas
de un molde imperfecto, con una abolladura
no puede producirse uno sin la imperfección

En mi cuerpo existe el pecado
Moriré por que soy pecador

Pero tengo la esperanza de que por fe
tengo vida en Jesús
El prometió una resurrección de justos
y personas injustas.

hubo personas a las que Jehová consideró justas
aunque eran imperfectas y pecadoras.

Entre tales siervos temerosos de Dios se encuentran
Noé, Abrahán, Job, Rahab y Daniel

Cuando la Biblia califica a un ser humano de justo,
no*da a entender que no*cometa pecados o que sea perfecto.

Más bien, se refiere a que cumple
sus obligaciones para con Dios y los hombres.


Por ejemplo, se dice que Noé era un
“hombre justo” y “exento de falta entre sus contemporáneos”
porque “procedió a hacer conforme a todo lo que
le había mandado Dios. Hizo precisamente así”
(Génesis 6:9,*22; Malaquías 3:18).


Zacarías y Elisabet, los padres de Juan el Bautista,
“eran justos delante de Dios porque andaban exentos de culpa
de acuerdo con todos los mandamientos y requisitos legales de Jehová

Además, la condición de justo en el hombre está íntimamente
relacionada con lo que hay en su corazón
—fe en Jehová y sus promesas, así como gratitud
y amor por él y sus futuras bendiciones—
y no*solo con cumplir los requisitos de Dios.

Las Escrituras afirman que Abrahán
“puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia”


Por último, el que a los humanos se les considere justos
depende de la fe en el sacrificio redentor de Jesucristo.

Pablo escribió respecto a los cristianos del siglo primero:
“Es como dádiva gratuita que por [la] bondad inmerecida [de*Dios]
se les está declarando justos mediante
la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús” (Romanos 3:24).