
Iniciado por
Iacobus
La dulzura nunca es inútil, ni puede ser derrochada, pero es que ni siquiera se trata de eso. Se trata de cumplir el mandamiento que nos dio Jesús: amarse los unos a los otros.
Porque da igual lo que se piense o lo que se diga, lo importante es lo que se hace: "por sus frutos los conoceréis". Y si cumples el mandamiento de Jesús, estás con Jesús. Nos lo puso facilísimo .