El cristianismo, el verdadero cristianismo, existe gracias a Jesucristo y su predicación del Evangelio, y gracias a la predicación de los apóstoles, que dieron su vida por predicar el Evangelio por todos los pueblos.
Muchos escritos que fueron incluidos en las Biblias a partir del siglo cuarto por la religión del imperio romano, son contrarios a lo que enseña el Evangelio y combaten contra el Evangelio. Y lo que combate contra el Evangelio no es cristiano, ni es lo que enseña el cristianismo verdadero.
El Evangelio debe ser la base de todo creyente. Por tanto, toda escritura debe ser examinada a la luz del Evangelio, y comprender que todo aquello que contradice al Evangelio, no es verdadero.