
Iniciado por
Elisabet*
Jesucristo no abolió todas las leyes y mandamientos del Antiguo Testamento,
pues Él mandó guardar los mandamientos que realmente fueron dados por Dios, que son los que Jesucristo enseña en el Evangelio:
Mateo 19:17-19
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Estos mandamientos están escritos en el Antiguo Testamento (Éxodo 20:12-16 y Levítico 19:18) y ya ves que no están abolidos, sino que siguen vigentes, pues Jesucristo mandó guardarlos.
Y es que Jesucristo advirtió que Él no había venido a abolir la Ley de Dios. Entonces, debes comprender que todos los mandatos que Jesucristo abolió del Antiguo Testamento no eran verdadera Ley de Dios, sino mandatos y preceptos de hombres que fueron añadidos a la ley por los escribas que cambiaron la Ley de Dios en mentira, como nos dice Jeremías 8:7-8.
No debes olvidar que la ley que mandaba a los hombres "ojo por ojo y diente por diente" está escrita en Levítico no como una situación o caso puntual, sino como ley para que se aplicara a todos los que causaran lesión en su prójimo:
Levítico 24:19-20
"Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él".
Y esta ley quedó abolida por Jesucristo porque no era Ley de Dios, pues Jesucristo no había venido a abolir la verdadera ley de Dios.
JEHOVÁ dio a la nación de Israel la Ley, que constaba
de muchas estipulaciones. Con respecto a estas, el apóstol
Pablo escribió:
“Eran requisitos legales
que tenían que ver con la carne
y que fueron impuestos hasta el tiempo señalado
para rectificar las cosas” (Hebreos 9:10).
La Ley cumplió su propósito
cuando condujo a un resto de israelitas a
aceptar a Jesús como el Mesías o Cristo.
Por ello, Pablo declaró:
“Cristo es el fin de la Ley” (Romanos 10:4; Gálatas 3:19-25; 4:4, 5).
¿Significa esto que la Ley no nos obliga a nosotros hoy?
De hecho, la mayor parte de la humanidad
nunca ha estado bajo la Ley, como explicó el salmista:
“[Jehová] está anunciando su palabra a Jacob,
sus disposiciones reglamentarias y
sus decisiones judiciales a Israel.
No ha hecho así a ninguna otra nación;
y en cuanto a sus decisiones judiciales,
no las han conocido” (Salmo 147:19, 20).
Cuando Dios estableció el nuevo pacto
sobre la base del sacrificio de Jesús,
ni siquiera la nación de Israel estuvo desde entonces
bajo la obligación de obedecer la Ley
(Gálatas 3:13; Efesios 2:15; Colosenses 2:13, 14, 16).
Ahora bien, si la Ley ya no está en vigor,
¿qué pide Jehová hoy de aquellos que desean servirle?
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)