
Iniciado por
misericordia
Dice kimo[lo de ojo por ojo y le parece
claramente que la venganza
cuenta con el apoyo de Dios.
QUOTE]
Hola kimo eso no es así pues el Evangelio te enseña que no debemos ser vengativos, pues el Evangelio manada que perdonemos sententa veces siete, no matarás y te manda ser misericordioso. Ahora bien si tu abandonando el Evangelio te entregas a las leyes judías del viejo testamento Jesucristo abolió, entonces tu sigues en el mundo judaizante y aún no guardas con amor los mandamientos de Jesucristo, y mira lo que te dice Jesucristo" Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos".
Seria bueno que leyera antes de comentar
En mi post dije
Para algunas personas, estas palabras demuestran
claramente que la venganza cuenta con el apoyo de Dios.
Pero esta opinión choca con el siguiente mandamiento divino:
“No debes tomar venganza
ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo”
(Levítico 19:18).
Examinemos la ley
ojo por ojo..
La expresión bíblica “ojo por ojo, diente por diente”,
que hallamos en Éxodo 21:24, ha provocado muchas discusiones.
Para algunas personas, estas palabras demuestran
claramente que la venganza cuenta con el apoyo de Dios.
Pero esta opinión choca con el siguiente mandamiento divino:
“No debes tomar venganza
ni tener rencor contra los hijos de tu pueblo”
(Levítico 19:18).
Entonces, ¿qué significan las palabras de Éxodo?
Éxodo 21:22 presenta una situación en la que dos hombres
están peleando y uno de ellos golpea a una mujer embarazada
y le provoca el parto. Si la madre y el bebé sobrevivían,
al esposo no se le permitía desquitarse.
Más bien, al culpable tenía que “imponérsele el pago de daños
conforme a lo que le [impusiera] el dueño de la mujer;
y él [tenía] que darlo por medio de los jueces”.
Es decir, los jueces harían que el hombre pagara
una multa al esposo. Si la mujer o el niño morían,
entonces los jueces se encargarían
de que se ejecutara al responsable.
En este caso era el tribunal
y no la víctima el que aplicaba la regla de “alma por alma,
ojo por ojo, diente por diente” (Éxodo 21:23,*24).
Esta regla les recordaba a los jueces que
el castigo no debía ser ni demasiado blando ni excesivo.
El biblista Richard Elliott Friedman declaró:
“Al parecer, el principio básico era que el castigo
debía corresponder a la gravedad del delito y no superarlo”.
Entonces,
¿de dónde salió la idea de que la Ley de Dios permitía la venganza?
Son interesantes las palabras de Jesús
que leemos en Mateo 5:38, 39:
“Oyeron ustedes que se dijo:
‘Ojo por ojo y diente por diente’. Sin embargo,
yo les digo: No resistan al que es inicuo; antes bien,
al que te dé una bofetada en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra”. Parece que algunos maestros
religiosos de los días de Jesús habían incluido la llamada
ley del talión, o del ojo por ojo, en su tradición oral.
Y así autorizaron la venganza personal.
En cambio, Jesús mostró con claridad que
estas enseñanzas no se basaban en la Ley que Dios
les dio a los israelitas.