Los que queremos ser fieles a lo que Jesús enseñó no leemos solo cuatro libros de las Escrituras, sino que examinamos todo a la luz del Evangelio. Y comprendemos que las Escrituras que coinciden con el Evangelio son verdaderas pero las que contradicen al Evangelio no son verdaderas. Y en las cartas se justifica que los poderosos usen la espada para herir y matar, cosa que es totalmente contraria a lo que Jesús enseña el Evangelio, que manda amor, misericordia y perdón.