¿Dices que no apruebas la creencia de que fueron dados por Dios los mandatos del Antiguo Testamento que mandaban a los hombres hacer daño y matar a las personas? Entonces, según tú, ¿quién había dado el mandamiento del Antiguo Testamento que mandaba ojo por ojo y diente por diente? Según tú fue dado por Dios, pues acabo de ver en otra respuesta que tú atribuyes a Dios la ley del Antiguo Testamento que mandaba a los hombres ojo por ojo y diente por diente, pues dices esto:
Ya ves que atribuyes a Dios la ley del ojo por ojo y diente por diente, que así dice:
Deuteronomio 19:21
Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Ahora también dices:
Todos los mandatos del Antiguo Testamento que dejaron de existir o de estar vigentes no eran mandamientos dados por Dios, sino preceptos de hombres, pues los verdaderos mandamientos de Dios nunca han dejado de estar vigentes, ya que Jesús no vino a abolir la Ley y los profetas.
Lo que no comprendes ni comprendéis los de tu religión es que la Ley que realmente fue dada por Dios a Moisés son los mandamientos que Jesús enseñó cuando predicó el Evangelio. Y los cristianos están siempre bajo los mandamientos del Evangelio, pues nunca dejaron de estar vigentes.
Todos los mandatos del Antiguo Testamento que dejaron de estar vigentes no eran mandamientos dados por Dios, sino mandatos de hombres, pues de la verdadera Ley de Dios, que son los mandamientos del Evangelio, no ha pasado ni una jota ni una tilde. Esto es lo que enseña el Evangelio y tú no lo has comprendido.