Que el Espiritu Santo de Jesus y el Padre moran en nosotros. Moran en aquellos que guardan Su Palabra. Despues de todo nuestro cuerpo es el templo de Dios.
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.