Me parece juzgar muy rápido eso de creer que siempre que alguien sale es porque es un pecador, o que está lleno de odio.
Hay muchos ex-mormones que realmente creyeron que era hora de salir de la Iglesia, que querían pasar a una etapa diferente y ya. Nada de odio contra la Iglesia, pero empezaron a creer en cosas distintas.
Otros, realmente se separaron porque vieron cosas que no les gustaron y no son gente mala, sino que sintieron que no querían hacer parte de la Iglesia porque hallaron cosas que les parecieron erradas.
Nosotros no dejamos de hablar con estas personas. Seguimos siendo sus amigos, seguimos actuando como su familia, con amor y cariño.
Respetamos sus motivos.
Como dije incluso podemos ser amigos de los ex-mormones que no sólo se salen de la Iglesia, sino que se vuelcan a luchar contra ella. Los que se convierten en anti-mormones.
Mormonologo publico aquí en el foro el caso de un anti-mormón que regresó a la Iglesia. Y, por el modo en que el protagonista de la historia cuenta lo que lo ayudó a regresar, podemos ver que un punto de inflexión importante fue cuando se hizo amigo de un mormón que respondía a sus argumentaciones en un foro de discusión religiosa como este. Le agradó mucho, aunque no concordara con sus ideas, y de allí en adelante comenzó a disminuir en su odio por la Iglesia. Luego un día que se encontraba muy enfermo unos misioneros mormones lo visitaron y lo bendijeron y se recuperó, y eso le fue otro aliciente. Luego, comenzó a recordar todo lo que había disfrutado mientras era miembro de la Iglesia como misionero en otro país, y un día se despertó con el deseo de volver.
No sin antes hablarlo con Dios y pedirle que resolviera todos los asuntos que lo habían llevado a salir de la Iglesia. Dios lo hizo, y listo. De nuevo en la Iglesia.
Yo creo que escuchar y brindar amor, puede que sea un buen método para traer de vuelta a esa gente que se sale, por los motivos que sean.
El caso está aquí por si quieren revisarlo en el post de Mormonologo:
http://www.elforo.com/showthread.php?t=83449