
Iniciado por
Mormonologo
A Pablo lo habrían expulsado
al presentarse en el aeropago ateniense
lleno de epicureos y estoicos y decirles:
"veo que uds sois muy religiosos"
La misma opinión que me provocaron los testigos de Jehová cuando fui a sus reuniones.
Aunque a mí no se me dejó ni hacer una pregunta. Parece que no fui tan respetuoso como debía, porque rompí el orden de las cosas levantando la mano para preguntar.
Pero, para ser más justo con ellos. Más tarde un anciano me dijo, que si quería, podían cederme un tiempo en sus reuniones, para exponer un tema cualquiera y que todos me harían preguntas.
Ahora, no sé si me estaba indicado que podía predicarles en pleno Salón del Reino, o yo estaba entendiendo mal. Pero después de mi experiencia levantando la mano y preguntando sobre un pasaje ese primer día, habiendo roto tan claramente el flujo natural de sus reuniones, no me sentía muy alentado de hablar libremente de cualquier asunto.
Además, había tenido una mala experiencia con una familia que por esos días me invitó a su casa a comer, para sólo comenzar a atacarme con escrituras, desde el papá, la mamá y hasta su hijito que seguro que no pasaba de los 10 años. Todos me saltaban con pasajes bíblicos y hasta casi formando un coro al mismo tiempo.
Recuerdo que me sentí tan mal, que cogí todos los libros que me habían obsequiado y los llevé a casa de mi amigo para devolverlos. Le dije que ya no quería continuar visitándolos y prefería parar con los estudios. A lo que mi amigo me pidió que no me precipitara y me advirtió que aquella familia no era un buen ejemplo de los testigos de Jehová en general, y que continuara estudiando con él en su casa.
A lo que accedí, y aún hoy no me arrepiento de haberlos conocido mejor. Fue todo una aventura.
Última edición por EddyHyde; 27-feb.-2019 a las 13:04
Las imágenes son dibujos de la mente.