Texto Diario domingo, 15 de abril de 2018
https://wol.jw.org/es/wol/h/r4/lp-s
Esposa,
¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O,
esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?
(1 Cor. 7:16).
Hay cristianos que están casados con personas
que aún no sirven a Jehová.
La Biblia les da buenas razones
para que continúen juntos (1 Cor. 7:12-14).
El cónyuge no Testigo es “santificado”,
se dé cuenta de ello o no, porque está casado
con un siervo de Dios.
Y sus hijos también son considerados “santos”,
así que cuentan con la protección de Dios.
En casi todas las congregaciones
hay parejas en las que el Testigo
ha contribuido decisivamente a “salvar” a su cónyuge.
El apóstol Pedro les aconsejó a las esposas cristianas
que “estén en sujeción” a sus esposos,
“a fin de que, si algunos no son obedientes
a la palabra, sean ganados sin una palabra
por la conducta de sus esposas,
por haber sido ellos testigos oculares
de su conducta casta junto con profundo respeto”
(1 Ped. 3:1-4).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)