Su secta manda a sus hijos a la guerra a matar a otras familias enteras.
cuando regresan le dan una medalla de premio por el asesinato.
yo no pertenezco a ninguna secta porque yo no me trago mentiras.
yo soy libre por eso nadie puede obligarme a suicidarme
¿aún no sabes que la verdad te hará libre?
para comprender lo absurdo que es ser un TJ sólo es necesario plantearse que un padre TJ puede donar uno de sus riñones a su hijo TJ pero no puede donar medio litro de su sangre.