Todos los pueblos del mundo están bajo la Ley de Jesucristo y sus misericordiosos mandamientos, pues Jesucristo así te dice:
"si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos"...
La ley del viejo testamento quedó anulada porque estaba sobrecargada de preceptos de hombres que Jesucristo abolió. Y lo que Jesucristo abolió del viejo testamento es que sólo eran preceptos de hombres.
Jesucristo cuando predicó el Evangelio nos enseñó la verdadera Ley de Dios y sus misericordiosos mandamientos, y con ellos anuló los mandamientos de los hombres que los escribas habían escrito en el viejo testamento.
Para los que quieran ver los mandamientos del viejo testamento abolidos por Jesucristo, pueden ver las siguientes citas del Evangelio:
En Mateo 5:31-48 podemos ver cómo Jesucristo anuló muchos mandamientos del viejo testamento, como la ley del ojo por ojo y diente por diente, el divorcio por causas que no fueran la prostitución, los juramentos, el odio a los enemigos (hacer guerras y matar a hombres, mujeres, mujeres y niños de otros pueblos)...
En Mateo 12:1-8 se puede ver que Dios no quiere sacrificios, mientras que el viejo testamento nos habla de que Dios había mandado muchos sacrificios.
En Mateo 20:25-28 Jesucristo deja abolida la esclavitud, pues el viejo testamento estaba cargado de leyes que justificaban la esclavitud.
Y también en cuanto al día de reposo (Juan 5:8-11, Juan 5:16-18.), Jesucristo dejó abolidas las costumbres crueles de matar a las personas que hacían algún trabajo en dia de reposo, pues enseñó que las obras de caridad se podían hacer en día de reposo.
En Juan 8:3-11, también podemos ver que Jesucristo abolió la ley que mandaba matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio. Con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolidas del viejo testamento todas las leyes que mandaban matar a las personas por distintas causas.
Como podemos ver, Jesucristo no mandó predicar todos los mandamientos del viejo testamento de las biblias, pues abolió muchos de ellos porque sólo eran preceptos de hombres... Lo que mandó predicar Jesucristo por todos los pueblos fue solamente el Evangelio y sus misericordiosos mandamientos.
La Ley que Dios dio a Israel permanece para siempre, y lo que quedó abolido por Jesucristo sólo eran preceptos de hombres porque los escribas judíos antes de Jesucristo habían cambiado la Ley en mentira.La ley que Jehova Dios Dio. Israel
Permaneció hasta cuando
JESUS murió
Dios no mandó las leyes sobre sacrificios escritos en el viejo testamento:Los sacrificios de animales
¿Eso fue de hombres o de Dios?
Contéstame eso por favor
El mismo viejo testamento nos indica que no todos los preceptos del viejo testamento son palabra de Dios. Pues debemos recordar que en los cinco libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo nos dicen los profetas que Dios no mandó sacrificios:
"Así ha dicho Yavé de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías 7,21-22).
"¿Qué me importa la multitud de vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién pide eso de vosotros?"(Isaías 1,11-12).
"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos 40,7).
Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, que no holocaustos" (Oseas 6,6).
Jesucristo también nos dice: "Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).
Entonces, si Dios quiere misericordia y no sacrificios, ¿cómo iba a mandar sacrificios?...
Y la carta a los Hebreos también dice:
"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley)". (Hebreos 10:5-10).
Ya veis qué contradicción se encuentra aquí entre estos textos anteriores y las leyes sobre los sacrificios del viejo testamento, pues en éste hay capítulos enteros dedicados a sacrificios y holocaustos diciendo que Dios los había mandado, sin embargo, los profetas nos dicen que Dios no mandó sacrificios..., Jesucristo nos dice que Dios no quiere sacrificios..., y la carta a los hebreos nos dice:
"Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley)".
Como nos dice la escritura, Dios no había mandado nada sobre sacrificios y holocaustos cuando sacó a Israel de la tierra de Egipto, como nos dice el profeta Jeremías:
"Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto" (Jeremías 7:21-22).
Entonces, los sacrificios y holocaustos escritos en el viejo testamento sólo eran preceptos de hombres que hacían ver que Dios los había mandado. Dios no quiere sacrificios, entonces no tiene sentido que diga el viejo testamento que Dios había mandado tantos sacrificios.
Dios había dado su Ley a Moisés, pero algunos escribas no habían guardado aquella Ley de vida, pues la habían aumentado con muchos preceptos de hombres que faltaban a la caridad y a la justicia. Por este motivo, Jesucristo indicó que la justicia de los escribas y fariseos no era perfecta para entrar en el reino de Dios:
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos". (Mateo 5:19-20)