La Ley de Dios era una Ley de vida y Dios mandaba misericordia:
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;
Guarda la ley y el consejo,
Y serán vida a tu alma,
Y gracia a tu cuello". (Proverbios 3:21-22)
"El que menosprecia el precepto perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte" (Proverbios 13:13-14)
"Mi pacto con él fue de vida y de paz....... Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos". (Malaquías 2,5-10).
"Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto" (Hechos 7:37-39)