...no tenés la culpa de haber nacido pecador, pero sí de ejercerlo con sumo placer ...
...no tenés la culpa de tener una mente natural, pero si de menospreciar la mente de Cristo ...
...no tenés la culpa de estar yendo al infierno por ignorancia, pero sí, de no aceptar a Cristo que desea salvarte ...
...no tenés la culpa de ignorar lo escencial de la palabra de Dios, pero sí de no procurarte el espíritu correcto para lograrlo ...