Jesucristo predicó la salvación para todo el mundo. Lo que hace falta es que los hombres que escuchen el Evangelio lo amen, porque si no lo aman y no creen en los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, mal camino llevan..., porque Jesucristo así dijo:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16,15-16).
Ahora bien, los que no creen pero tienen buena voluntad, entonces Dios tendrá misericordia de ellos. Pero el problema está en aquellos que creen y tiemblan porque no aman el bien ni la justicia. Y eso es lo que les pasa a aquellos que no quieren hacer lo que Jesucristo manda, pues así te dice la escritura:
"Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?" (Santiago 2:18)