Todos los seres vivos son almas. Jehová Dios, no le dio un alma al hombre sino que este (Adán) llegó a ser un alma viviente cuando comenzó a respirar.

Dice la Biblia:

(1 Corintios 15:45) Así también está escrito: “El primer hombre, Adán, llegó a ser alma viviente”. El último Adán llegó a ser un espíritu dador de vida.


El concepto del alma separada del cuerpo y que sobrevive a la muerte pertenece al pensamiento pagano. Es una enseñanza antibíblica.