No estoy de acuerdo. Porque... no sé tú, pero para quien machaca una y otra vez (en los 90, en los 2000, en los 2010 y así hasta el infinito y más allá) la intención con que lo hace es de extirpar totalmente a esos “monstruos”, pero por “esos monstruos” no quieren decir los pederastas, sino cualquier sacerdote católico y la Iglesia Católica en general. No les interesa acabar con la pederastia (con atacar las pretensiones del lobby gay sobre corromper menores, ya harían una buena labor..., pero el lobby gay es sagrado, no se toca), sino con la Iglesia Católica.
Jaja, que inocente pareces Esqui..., como si todas estas campañas fueran contra la pederastia, gay en sus 2/3 partes y casi en su totalidad gay cuando atañe a sacerdotes. ¿Alguien menciona la homosexualidad en la película spotlight?, ¡ni de coña!. ¿Alguien menciona la homosexualidad en estas noticias redundantes sobre pederastia?, ¡ni de coña!. Esqui, que pareces que te has caído de un guindo.
Recuerdo un caso de los años 70 (la verdad es que lo más gordo empezó en esos años, finales 60 y 70, que es cuando empieza todo el desmadre sexual), reflotado a finales de los 90, que es cuando lo leí y me hizo pensar: denunciaba un joven entonces (en los 70)… adolescente, me figuro que en algún seminario menor, que un grupo de personas, como él y sacerdotes le animaban en entrar en una orgía entre ellos (obviamente, gay. Lo tengo que aclarar porque creo que nadie lo va a decir). El chico con sentimiento de culpa pensaba que eso estaba mal (qué cosas…, pensar eso de la homosexualidad… ¡A dónde vamos a parar!)…, pero el mismo sacerdote le decía que Dios le amaba como era. Pues esa noticia, que se sale del típico niño silenciado y amenazado por un cura, aislado y sin saber a quién acudir, debió ser más común de lo normal, por lo que la conferencia episcopal americana empezó a rechazar a los candidatos al seminario que fuesen gays o tuviesen esa inclinación. Entonces montó en cólera el lobby gay por esa discriminación. Todo esto en esos años… Me figuro que la iglesia americana (estadounidense me estoy refiriendo) habrá tomado nota de aquellos nefastos años 70 y posteriores, porque ahora tiene un episcopado mucho mejor que el de entonces, y, supongo, seguirá vetada la entrada de homosexuales a los seminarios. De aquellos años, finales de los 90, fue la acusación al cardenal Bernardin de Chicago de un abuso a un seminarista (Bernardin era obispo de estos progres de aquellos años 70-80). Le dio un sofocón al pobre cardenal, pues él decía que no era cierto, pero menudo marrón en el que te meten. El exseminarista tenía SIDA en el momento de la acusación (por supuesto, era gay) y estaba desesperado. El cardenal Bernardin duró un año porque se le desarrolló un cáncer voraz que le llevaría a la tumba un año después. En ese año, el exseminarista gay con SIDA se arrepintió de su falsa acusación (entonces el SIDA metía mucho miedo porque la gente que lo contraía caía como chinches) y pidió perdón al cardenal. Este cardenal moría siendo visitado por Al Gore y hablando con Bill Clinton, entonces vicepresidente y presidente de EEUU en aquel momento. No saco a colación la infamia con el cardenal (progre) Bernardin, que le ocasionó un disgusto tal que un cáncer se le llevó en un año…, sino el poco control sobre los seminarios que había en esos años de desmadre postconciliar, donde “tó er mundo é güeno”, y los gays pululaban por los seminarios como Pedro por su casa. Los gays…………, intocables y, por supuesto, nunca monstruos a los que extirpar en sus abusos a menores, sean sacerdotes, profesores, deportistas o locutores de radio. Si son gays, están protegidos.
Lo que habría que recomendar a los sacerdotes que les pillen corrompiendo a menores es que se declaren en contra del Vaticano y se proclamen abiertamente gays activos (afiliándose a cualquier organización gay de esas que hay). Entonces se convertirían en intocables (la recomendación es que se afilien al “lobby gay” antes de que salte la noticia, porque si lo hacen antes, no saltará… ) Obviamente, este último párrafo es con [modo irónico: ON]. Aunque es una ironía que me dan ganas de vomitar ahora mismo…