Desde el punto de vista religioso existe un perdón social y otro divino, el primero no exime de la pena: el infierno; el segundo sufre de incertidumbre, pues depende de un verdadero arrepentimiento. Desde el punto de vista jurídico, también es posible otorgar el perdón social, pero, al igual que desde la perspectiva religiosa, tampoco exime de la pena. El indulto por parte del Estado es posible.