Así es, recuerdo que cuando tenía 5 o 6 años vivía en un pueblecito y por sintonía con los amigos del pueblo utilizaba la forma "dijistes" en mis conversaciones. Mis padres se pasaban el día reprendiéndome por la forma incorrecta de utilizar la palabra, y con el tiempo y la paciencia de los pobrecitos, aprendí a usarla en contra de la corriente. Tengo que decir que, entonces, mi padre era catedrático y daba clases en la Universidad. ¡Un poquito de culturilla tendría mi papito! ¿No? Saludos.