No me extraña lo que escribe uno ni otro, no he visto nunca acuerdo entre creyentes y no creyentes, el debate generalmente deriva en una lucha por convencer al "contrario" de que está equivocado. Es casi imposible aceptar lo que cree (o no cree) el otro sin tacharlo de ignorante.

Parece que es una trampa en la que es muy fácil caer.