Vaya por Dios, ahora nos van a apedrear ¿Qué será lo siguiente? ¿Publicar que la iglesia que más ilumina es la que arde? ¡¡Qué digo!! Eso ya lo ha publicado un “intelectual” apoyado por mi querido Doro con sus famosas frases “agnósticas”!
Hoy en las noticias he visto que el ejército español ha fletado un avión para repatriar a un sacerdote CATÓLICO y a una religiosa CATÓLICA que se han contagiado del virus del évola en su afán de ayudar a los más necesitados. Están en riesgo de MORIR por ofrecer su vida a los demás tal como les pide Cristo. En ese avión no viene ningún marxista, ningún miembro de ningún partido comunista del planeta, ningún Ateo Militante y mucho menos ningún Dorogoi o maestro de Dorogois del tipo Legendario. Es decir, en ese avión vienen los que a pesar del odio despertado en los Ateos Militantes, son capaces de ser consecuentes con su fe y con su moral. En ese avión vienen personas falsamente acusadas de pedofilia, de poseer inmensas riquezas, de maltratar a las mujeres y de violencia inquisitorial contra los pobres. Quizá mueran en España por haber tratado de llevar un hilo de esperanza a aquellos de los que nadie se acuerda y que viven en la más completa de las miserias. Mientras que estos RELIGIOSOS regresan contagiados de la misma miseria que combaten, un ejército de marxistas anti sistema, anti religiosos, anti capitalistas y anti sociales lanzarán contra ellos todo su odio aprovechando todos los medios que la sociedad capitalista y democrática pone a su alcance. Es la diferencia entre los que viven del AMOR y los que viven del odio a los demás.
Tengo que decir en honor a la verdad que Socorgoi tiene razón; recibo un importante sueldo por escribir estas líneas, un sueldo muy por encima del valor de mis torpes palabras. Ese sueldo me ha hecho inmensamente rico al contar con un patrimonio que de otra forma nunca habría podido conseguir. ¡¡No hay dinero para pagar las satisfacción de descubrir a toda está pléyades de lumbreras que se presentan como agnósticos o apolíticos o librepensadores y que destilan el odio más “indisimulabe” que el marxismo les ha inoculado contra la gente de bien de este planeta.
Sigo pensando que el ateísmo militante es la consecuencia de personalidades frustradas y atormentadas presas de infinitos complejos que descargan su impotencia contra aquellos a los que envidian por saberse inferiores e incapaces de imitar.