
Iniciado por
Ulsr
Hola. Me la pones difícil. Pero trataré de explicar. Aunque creo que te voy a dar más conjeturas que explicaciones. A todos nos sucede. La biblia cristiana es a primera vista absurda y con 50 000 contradicciones. Muchas partes de ella, como el Génesis, parecen cuentos para niños.
Pero la biblia tiene un sentido esotérico u oculto, solo accesible a quienes tienen la suficiente capacitación espiritual. Es como una criba.
Comprendiendo su significado, el ser humano tiene la capacidad de encontrar su verdadera dimensión en el universo. Y las expresiones de Cristo como: sean perfectos como lo es vuestro Padre Celestial. La verdad os hará libres. Amar a Dios y entre humanos de forma elevada, etc. Nos dan un enfoque del camino en el cual ya estamos.
Las proyecciones de la humanidad son mayúsculas, pero… ignoradas.
El esoterismo en el Apocalipsis nos da un recuento de la lucha por la consecución de una mayor perfección y las dificultades inherentes que habrá que pasar para conseguirla. Para finalmente llegar a una nueva dimensión, en una nueva condición espiritual, habiendo superado esta etapa biológica y sus instintos en la que hoy vivimos.
Este es el verdadero sentido de la escritura bíblica cristiana. Y como muchos, yo no la encuentro con esta complejidad, amor universal y amplitud de estructura, en otras religiones.
Estas son las peras y manzanas más sencillas que puedo ofrecerte, con mi saludo. El infinito no es sencillo.:001_smile:
Totalmente de acuerdo en lo que dices, pero...
Ese esoterismo, esa magia, las parábolas de Jesús, han hecho de la Biblia algo misterioso y complicado, de tal manera que cada ser humano que la lee la interpreta a su manera.
Por eso hay más de mil religiones y sectas cristianas, cada cual con su Verdad Absoluta.
Creo que de existir ese Dios bíblico, con el afán de aclarar las cosas para la humanidad, habría dejado todo más sencillo, con peras y manzanas. Así nos habríamos ahorrado todos tantas interpretaciones, guerras y muertes.
Gracias por tu respuesta.
Una pequeña dosis de mí...así, pequeñita, para no intoxicarme con mis estupideces.