Para todas esas y esos que dudan de que los partidos comunistas mienten más que hablan y que su estrategia es el oportunismo, les traigo este documento en el que el Partido Comunista de España se comprometió a aceptar la bandera de sus propio país. Esto duró lo que duran las pompas de jabón. Una vez conseguido el fin, la mentira siguió su curso y hoy en día la bandera que ondea junto a a la de la hoz y el martillo, es la bandera republicana que nada tiene que ver con la bandera de España.
Cuando se juega con tramposos, hay que tener muy presente que la tendencia del tramposo es siempre hacer trampas. Y el que lo olvide, que no dude que será víctima de esas trampas.