Tía Teresa ha concluido su régimen. Ha perdido un montón de pasta y ha vuelto a poner un par de quilos.
El argumento para dejar el régimen es que ya tenemos encima la Navidad.
¿Creen ustedes que la Navidad es un buen pretexto para dejar de lado las saludables dietas que llevamos sufriendo todo el año?

Ha dejado la dieta y eso ha hecho que cambie de humor. Hoy me ha llamado para darme los buenos días pese a que hace bien poquito se puso como un basilisco por permitir que foreros prestigiosos mancillaran su nombre en hilos abiertos en su memoria.
¿Qué puedo hacer yo? Se cansaron de abrir hilos contra Zampabol sin resultado alguno y han decidido probar suerte hablando mal de mi tiíta. No lo entiendo. ¡Esta gente es así! van probando a ver dónde consiguen hacer sangre. ¡¡¡Si supieran que mi Tía les adora porque a mí me zurran de lo lindo!!
El caso es que hay gente que me recuerda a mis primos (los otros sobrinos de mi tía)que con tal de hacerme daño a mí, son capaces de perder lo que más quieren. Les puede más su odio que su propia salud.
¿No se dan cuenta mis primos que yo estoy la mar de bien y que ellos no paran de tragar bilis?

¿No le ha pasado a nadie tener este tipo de familiares?