Cita Iniciado por Dorogoi Ver Mensaje
Para que un criticastro tenga éxito en su obrar debe poseer una impotencia y una negatividad extrema que lo lleve a la ira. Buscan de ensombrecer cualquier sentimiento bello. Golpean al optimismo con el pesimismo, a la alegría con la tristeza, a la sabiduría con la ignorancia y a las virtudes con simples apetitos. Pretenden apagar cualquier luz que se encienda y aplastar cualquier frente alzada. Si alguien se siente orgulloso de algo lo maculan con reducciones sin lìmites. Si alguien se llena de felicidad están listos para inundarlo en amargura. Sufren porque conocen sus limitaciones pero actúan como si el mundo contuviera el aliento para leer lo que ellos escriben. Aun conociendo sus limitaciones creen que la gente no nota su mediocridad y actúan como si todos pensaran que son grandes señores.

Cualquier descripción de su bajeza la atribuyen a la ignorancia del otro o a persecuciones imaginarias. Muchos llegan a una mediocridad tal de pensar que si uno los descubre y los delata es porque le presta atención o se interesa de lo que escribe. Si logran entristecer el dìa a otro forista, deslucir el grupo, evitar un análisis serio o simplemente molestar, sienten que su tarea jornalera estuvo cumplida y hasta se deleitan con el resultado.

Provocan a todo aquel que pretende dar nivel al grupo o seguir una línea seria y lógica en un debate; les molesta que alguien se sienta bien, que sea alegre y educado; pavonean su mala educación como signo de cultura, como si la buena educación de otros fuese siempre fingida, como la que pretenden demostrar ellos; no tienen ideales, elegancia, buen gusto ni tacto. Necesitan que en el ambiente haya odio y rencores para lograr disfrutar de un foro; le aburre la armonía y se irritan con la cultura; si no hay hedor en el aire no están a gusto; todo debe ser a nivel tierra para que ellos puedan serpentear mejor. Cualquier error ajeno es por ellos recibido con ovaciones porque les permite inyectar mejor su ponzoña y lo usan como una prueba de inferioridad de aquel que lo cometió; de ahì en màs su conducta deviene vejatoria; persecutoria sin motivo. Toda rata odia el vuelo del águila porque ataca desde arriba.

Sus aplausos y elogios los reservan sòlo para los de su calaña y asì estimular a los otros alicortos a continuar esa lucha diaria contra la elegancia, la sabiduría, la cordialidad, la alegría y contra todo lo que encandile sus pupilas perezosas. Se ofenden si alguien està satisfecho de su propio trabajo asegurando que no tienen motivo para estarlo; si es necesario distorsionan todo el contenido del escrito y retuercen el sentido de los textos para adaptarlos mejor a su insipidez y maldad; no los entienden pero hablan como eruditos sin saber que erran en su enfique. Disfrutan irritando al otro, piensan que lograràn rebajar y entristecer a quien escribiò y gozan al suponer que han desviado las miradas de los demás hacia su insignificante figura. Ninguno de sus valores son genuinos y, si alguno lo tienen verdadero, lo deslucen con su comportamiento de mal parido.

Hay también figuras femeninas entre los criticastros porque la mediocridad no es de exclusividad masculina.
Hola Dorogoi.

Veo con asombro que la figura del criticastro da para una tesis doctoral. No voy a ser yo el que te quite la idea de la cabeza. No obstante, y con el debido respeto a este hilo tan profundo, me gustaría hacer un par de comentarios sin ánimo de crítica ni burla.

Hablas de GRANDES y ENORMES en el foro, y me da la impresión que te incluyes dentro de la lista. ¿No te parece que sería más racional que fueran los demás los que midiesen la grandeza de unos y otros? Yo, como humilde colaborador con mis más y con mis menos, no osaría nunca cruzar la raya de la auto-adulación...¡mejor que sean otros aunque sea mal, pero que hablen!

Hubo en este foro una persona, que emprendió nuevas aventuras llenas de amor en una nueva vida, con la que yo solía tener enormes rifirrafes. El tío aguantaba bien las embestidas de Zampabol e incluso a veces me hizo sentir "ligeramente" desarmado (espero que no lo notara). ¡No siempre lo conseguía, no seamos tampoco demasiado condescendientes! Lo curioso de aquel forero es que iba de frente. Tenía varías caras pero iba de frente. te hablaba a los ojos.

Por desgracia en el foro se va imponiendo eso de hablar mirando al suelo. ¿Timidez o entrega? No lo sé, no soy psicólogo ni lo pretendo, lo cierto es que la nueva moda dista mucho de hablar bien del que así procede.

Se habla de "criticastas"....¡¡¡Con lo fácil que sería dar el nombre de la brava chica y ser capaz de aguantar sus embestidas con ingenio y conocimiento. De esta manera se transmite cierto temor al enfrentamiento directo...y eso hace de quien así procede de todo menos GRANDE.

Necesitar apoyos, hablar mirando al suelo, contestar sin contestar, rehuir el encuentro frontal...¿Lo consideras de grandes?

En fin Dorogoi, que son muchas las dudas que me quedan acerca del criticastro o la criticastra. No sé a ciencia cierta si estás, junto con tus apoyos, pidiendo uniformidad de criterios y alabanzas, o suplicando que no se ponga en duda la forma de proceder de los que autoproclaman grandes.

En mi corta vida pocos grandes vi...y entre ese puñadito NI UNO sólo dijo de sí mismo si era más o menos alto. Seguiré mirando desde el suelo el elegante y señorial vuelo de las águilas.


Un saludo y perdona la interrupción. Sigo leyéndote.