
Iniciado por
Zampabol
No debemos confundir infelicidad con preocupación. Yo puedo ser feliz con un hijo mío, y estar tremendamente preocupado por su estado físico, social, o psíquico. Que tenga la capacidad suficiente de preocuparme por los demás y sufrir con el sufrimiento ajeno, no me aleja lo más mínimo de mi capacidad de ser feliz.
Creo que en tu última frase resumes un poco al In-feliz al que me refiero.
El In-feliz es ese que en una piscina llena de monedas, está más preocupado de que su enemigo no coja ninguna de cogerlas él mismo, es ese hombre que vive culpando al mundo de su desgracia sin mover un dedo para solucionarla, es ese que se esconde tras mil caras porque no se acepta a sí mismo, es ese que es rencoroso hasta el extremo, envidioso de no sabemos qué. Es el que sufre y no encuentra la manera de hacer sufrir a los demás porque son sus fantasmas causantes de su mal.
El infeliz no se conforma nunca, no quiere nada, no espera nada, no busca nada, no acepta nada. ¡Busca la destrcción de todo para que al menos le den la razón por haber predicho (o predecido, o predecidido) que sus agoreras predicciones eran ciertas.
El inteligente sabe ser feliz, tiene recursos para serlo, busca serlo, encuentra el camino para serlo. Conoce que al final del camino está la felicidad. Sólo recorrer ese camino, lo hace feliz.
Un abrazo