Si no reconoces la autoridad de Jesucristo ni su palabra del Evangelio, que es lo mas hermoso que ha conocido la humanidad, entonces estás despreciando la palabra de vida...
Pues ya has tardado en percatarte.
No encuentro hermosura alguna en costumbres y dichos milenarios. No me procura ningún placer ni sensorial ni intelectual.
Claro que a mí no se me aparece jesús para hablarme como a ti. ¿Fuiste al médico a mirar esos delirios?.