Si, sí que lo es...te lo he demostrado en un montón de citas que durante mucho tiempo te he puesto, y no voy a hacerlo otra vez.
Solo recuerda la conversación que tuvo Jesucristo que es Dios con el apóstol Tomás.
Cuando le metió su dedo en la llaga... Y entonces el apóstol Tomás comprendía su equivocación y le reconoció.... Y le dijo Dios mío y señor mío.