Eso sí: un siervo de Dios que confía plenamente en él, sabe que esta promesa es verdadera:

Mat. 10:19 Sin embargo, cuando los entreguen, no se inquieten acerca de cómo o qué han de hablar; porque en aquella hora se les dará lo que han de hablar; 20 porque los que hablan no son únicamente ustedes, sino que el espíritu de su Padre habla por ustedes.

Claro que tú eres un don nadie, en el sentido que no eres ningún tribunal, autoridad humana ... ni azotas a nadie. A mí no me haces ni cosquillas.

Luc. 12:11 Pero cuando los lleven ante asambleas públicas y ante funcionarios de gobierno y autoridades, no se inquieten acerca de cómo o qué hablarán en defensa, o de qué dirán; 12 porque el espíritu santo les enseñará en aquella misma hora las cosas que deben decir”.


Y aun así, a veces y solo a veces, te doy algo de mi tiempo, para que no te sientas menos.