[EL DIOS EMOTIVO, comentario 170]
Es dantesca la deplorable situación moral que existe en no pocos reductos de la sociedad humana, y que se extiende desde Internet hasta ciertas cúpulas religiosas, desde planes comerciales maquiavélicos hasta políticas de extrema corrupción e hipocresía, desde militarismos despiadados hasta psedoculturas espeluznantes, etcétera, etcétera. Centrándonos sólo en Internet, en la Red, tenemos la famosa “nube”. Pues bien, según datos policiales, dicha “nube” alberga una mezcla de elementos capaces de retratar todo el paisaje de la actual condición humana, a saber: engañados y engañadores, bienintencionados y oportunistas, estudiosos y sanguinarios, potenciales víctimas sexuales y depredadores sexuales increiblemente perversos, esclavos que ignoran sus “cadenas” y tiranos que dominan férrea e impunemente; y así continuaríamos sin aparente final. En ciertos dominios de esa “nube”, ni siquiera la policía es capaz de urgar, dado que tales dominios se encuentran astutamente blindados; no obstante, se puede inferir fácilmente que la información que se halla contenida en esos sitios es de tal índole nociva que espantaría al más curtido de todos los detectives. Éste es nuestro mundo actual, debajo de la superficie, cuya punta de iceberg engaña a una mayoría cándida. Éste es, en fin, el lamentable resultado del tricotaje histórico humano en independencia de la guía divina.