
Iniciado por
Etic
Lo que yo entiendo de esta exposición tuya es que, según afirmas, el creyente vive en un mundo real y también en otro ficticio o irreal, en tanto que el no creyente vive sólo en el mundo real. A consecuencia de esto, el creyente coacciona o señala peyorativamente al no creyente y le impone un malestar que proviene de una concepción irreal o ficticia del creyente... ¿He acertado en lo que tratas de decir?... No obstante, te puedo decir que yo conozco a muchos creyentes que no imponen su punto de vista (a lo sumo lo comparten), en tanto que también conozco a muchos ateos que sí imponen su creencia atea a los demás y ridiculizan a los creyentes... Creo que todo depende de la persona, de su fanatismo (sea creyente o incrédulo o cualquier otra cosa)... Saludos.