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Tú sin tiempo, y yo sin mucho más que decir.

El estadounidense es un pueblo muy poco politizado. Él solo quiere que los candidatos le ofrezcan (y den) fuentes de trabajo dignas, y que no le suban los impuestos. No aspiran a mucho más, por eso Trump habló bien claro y sin mucho Gre-Gre para decir Gregorio. Trump eligió a quién dirigirle su discurso y encontró eco.

"Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas", los inmigrantes mexicanos "traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas".

No se necesita tener un diploma de Harvard para entender esto: 70% de los latinos presos son mexicanos. Los latinos somos el 16% de la población, pero más del 50% de los delitos federales, son consumados por hispanos.


Durante su campaña electoral, prometió a los estadounidenses "devolverles" su país. ¿Cómo es eso? Cada día (hoy son más de 30) en más ciudades norteamericanas, los latinos ya son mayoría.
Y lo repitió ahora, ya como Presidente:

"Dije que sería el presidente de todos los americanos y eso es muy importante para mí. Juntos lograremos devolver el sueño americano". (El sueño americano no es otro que el de la Doctrina Monroe: América para los americanos).

Por supuesto que hubieron otras propuestas, pero estas fueron las que despertaron el sentimiento patriótico del votante. Su nacionalismo. Verdades grandes como una casa que son imposibles de ocultar y fáciles de entender y demostrar.

Trump hizo una campaña muy inteligente. ¿Cómo será su gobierno? Posiblemente ni él lo sepa, pero no le será fácil. El PODER había apostado a Clinton y perdió. No es un enemigo para darle la espalda. De acuerdo a como negocien, será el resultado.

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