Continuación…
Finalmente dice: Uno que come el pan conmigo, levantará contra mí su calcañar. Esto es; uno, Judas, habría de levantar en contra de él, su comprensión trasera o negativa.
Es incomprensible que aún las supuestas instituciones religiosas, no comprendan tantos pasajes como este, y solo le quieran dar otro significado, como el de la simple humildad, en este acto. Sin comprender su ulterior significado.
Es deplorable… un desastre. Pues solo les interesa su provecho o protagonismo. Pero muy alejados del Espíritu Santo se encuentran. Tanto que han promovido la guerra, la muerte, la ignorancia, la tergiversación, idolatría, engaño y demás sufrimientos para darse auto validez. A los cuales defienden obtusa, cerrada y furiosamente.
El panorama es desolador desde el punto de vista de las instituciones religiosas que no nos enseñan gran cosa.
Será por ello; que como siempre, parece que es mejor buscar la verdad, con la ayuda del Espíritu Santo, más que en base de las actuales instituciones religiosas, quienes revuelven todo a su favor.
Los grandes iniciados fueron revolucionarios por su comprensión de nuevas ideas acerca de Dios, como Buda, Zoroastro, Krisna y aún Jesucristo quien rompió con muchas leyes antiguas judías. Fue un verdadero apartado de las enseñanzas institucionales religiosas de su tiempo. Aunque el maestro Jesucristo, es todo un tema aparte.
¿Será mejor seguir su ejemplo y ser nosotros también, unos revolucionarios en la comprensión de los verdaderos ideales celestiales. Y no prestarnos a ser manipulados por los falsos profetas e instituciones establecidas, que claramente comprendemos, no difunden el verdadero mensaje?
¿Será quizá el futuro de todos, no vernos comprometidos con instituciones, quienes solamente falsean nuestro camino. Que todos tengamos la iniciativa de buscar nuestro rayo de luz de la inspiración de Dios, y ser lavados por ella y compartir nuestras mejores ideas entre nosotros mismos, como hermanos de la gran comunidad mundial. Y crear una verdadera religión en el “sentido común del Espíritu Santo”
Esto es, dejarnos lavar nuestros pies por Dios, y nosotros mismos, y hacer la misma acción con nuestros hermanos.
Juan 13, 15. “Porque ejemplo os he dado, para que pensando lo que yo he hecho con vosotros, así lo hagáis vosotros también.”
Quizá este sea el mejor camino, la unión entre hermanos, alejados de instituciones hipócritas y traicioneras.
Recordemos que finalmente; al final, en el Reino delos Cielos, no existe templo alguno, porque Dios estará en cada uno de nosotros.
Apocalipsis21, 22. “Y yo no vi templo en ella; por cuanto el Señor Dios omnipotente es su templo, con el Cordero.”
Seguramente, la verdadera grandeza y muestra de ser hijos de Nuestro Padre Celestial, será hacer su Voluntad y compartirla a uno o a todos, y no ocupar como intermediarios, a vasijas viejas sin fondo y corruptas para lograr esta sublime actitud personal.
Paz.:biggrin::biggrin::biggrin: