La verdad, espléndido. No se como no se le ocurrió a mi país de origen cuando los barcos descargaban inmigrantes (entre ellos mis abuelos). O incluso ahora, donde ya hay casi medio millón de españoles viviendo allí porque aquí la cosa se esta poniendo fule, no?
La mejor política, para la inmigración, es fijar la gente a su territorio, para lo cual, hay que no expoliar su territorio, y en todo caso, con lo acumulado en siglos de expoliación, favorecer con inversiones que la gente se quede allí. ¿No sería más razonable?
Chau. Ahora, ya lo enseñaba el que lo enseñaba, ojos de aguja del tamaño de un edificio, no existen.