¿Eso es un bolero, Kimo?
Buen punto Loma, en este caso el punto fue de determinar que los cristianos tuercen el VT para tratar de decir que la profecía mesiánica de Jesus fue profetizada, cuando en realidad esta supuesta profecía judía en en libro de Isaias 52-53 no tiene nada que ver con un tal Jesus de Nazaret.
Como Jesus nunca fue mencionado en el VT, no les queda otra que ver como interpretarlo, este seria un buen tema para exponer la falla de la profecía mesiánica por medio de Isaias.
Saludos.
Está demostrado por activa y por pasiva que el AT nada dice de Jesús. Que en los evangelios se hace referencia a pasajes del AT como escrito para Jesús. Si lees dichos pasajes, para nada se refieren a Jesús. Por ese motivo acogieron en esta religión a los gentiles, que desconocían el Antiguo Testamento y se la metieron doblada. Ahora ya se es cristiano por inercia.
Asi es, incluso, la palabra "alma" que se encuentra en versículos como en Isaias 7:14 siempre ha significado una mujer joven, pero los autores mal intencionados del NT la tradujeron como "virgen" ( betula ) para meter su mito, pero los judios constantemente corrigen a los cristianos en su ignorancia en este punto.
El filósofo griego Platón, por ejemplo, puso en boca de Sócrates las siguientes palabras:
“El alma,que se separa pura, sin arrastrar nada del cuerpo, se va hacia lo que es semejante a ella,
lo invisible, lo divino, inmortal y sabio, y al llegar allí está a su alcance ser feliz,
apartada de errores, insensateces, terrores, y de todos los demás males humanos,
para pasar de verdad el resto del tiempo en compañía de los dioses”. (Fedón, 80 d, e; 81 a.)
la idea que la palabra “alma” comunica hoy a la mayoría de la gente no concuerda con
el significado de los términos hebreo y griego que emplearon los escritores bíblicos inspirados
No me respondas con un poema mitológico y no te responderé con un párrafo del cuento de Caperucita Roja.
Así, en La República, el alma platónica está a la vez compuesta por una triple naturaleza en que encontramos:
Nous
Thymós
Espithymia
En este caso el Nous, a veces confundido con el Logos como razón por diversos estudiosos, constituye aquella parte que se relaciona con el Nous como espíritu. Es la única parte inmortal del alma, y está situada en la cabeza. Su principio es la razón, y su virtud la prudencia. El Thymós es la pasión o fogosidad, de naturaleza mortal, que se identifica con el corazón pero que subyace en el diafragma. Su principio es la ira, y su virtud el valor o coraje. Finalmente, la Epithymia es la concupiscencia, igualmente mortal, sede de los apetitos inferiores. Se ubica en el bajo vientre, su principio es la irracionalidad y el deseo, y su virtud la templanza. Platón relaciona estas partes del alma según un orden natural, regidas por la justicia, su cuarta virtud cardinal. Además, relaciona estos componentes con una tipología humana expuesta en su mito de los metales (República), y que aplican a la organización social y política de la ciudad ideal.
En el Fedro Platón ilustra la naturaleza del alma al compararla con la fuerza unida de un tiro de corceles alados conducidos por un auriga. Los caballos y el conductor de las almas de los dioses son buenos, robustos, dóciles y de raza pura; en cambio, en el caso de los hombres. El carro se ve arrastrado por un caballo dócil y otro díscolo, dificultando al conductor su manejo. Cuando la montura es perfecta y alada (divina), surca las alturas y gobierna todo el cosmos, pero la que pierde sus alas se precipita hacia la tierra y se aferra a un cuerpo (encarna).
Las almas de los hombres intentan seguir a las de los dioses, pero dada la naturaleza compuesta y discordante que poseen, son atraídas por un inmenso remolino que las precipita en los cuerpos materiales. En esta etapa las alas originales se convierten en “muñones implumes” que se agitan en el recuerdo de lo Bello captado en los objetos físicos. La primera encarnación del alma es como hombre, que puede ser de nueve tipos, dependiendo de la cantidad de verdad que haya contemplado.
Muy posiblemente no entiendas la naturaleza filosófica de lo que acabo de explicar.