Brasil es el país que tiene más católicos en el mundo, por lo que es prácticamente una visita obligatoria de todo Papa.

Va a ser toda una fiesta, siempre y cuando los protestos llamados por las redes sociales, no la empañen.
Los gays llaman a ocupar los primeros lugares, para besarse todo el tiempo que dure la ceremonia. Silbatinas y abucheos de los que protestan por el costo de esta visita. Otros irán con secadores de pelo para “cambiar el aire” en el Vaticano. También estarán los sin tierra, los sin Mercedes Benz, los saqueadores, los vándalos destructores de todo lo que se les ponga frente a sus molotovs, en fin…

Las minorías iluminadas harán su show.