Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
la palabra “evangelio” significa “buenas nuevas” o “buenas noticias

Buenas Kimo,

Entonces estamos de acuerdo en que una persona que se interesa por primera vez en su vida sobre Dios y sus enseñanzas tiene que hacer lo que Dios manda, que es que sigamos y prediquemos las enseñanzas del Evangelio. No el Levítico ni números, el Evangelio, que es para lo que Jesucristo vino.


Una vez que entiendas el Evangelio te entrarán dudas de porque Jesucristo nos dijo cosas como: "oisteis que fue dicho"... "Pero yo os digo"..., y contradice rotundamente leyes del antiguo pacto. En ese momento ya estás preparado para irte a leer las crueles leyes impuestas por hombres en el Antiguo Pacto y entender hasta donde llega la maldad de las personas que ponen como palabra de Dios, leyes que NUNCA fueron de Dios.


Entonces empiezas a leer el Antiguo testamento y cuando llegues a las leyes criminales que los hombres pusieron a su antojo te pararás a pensar y dirás: "Aaaa, clarooooo. A esto se refería Jesucristo cuando decía en el Evangelio oísteis que fue dicho... pero yo os digo..."


Y no solo en el Antiguo Testamento, también cuando llegue a ciertas cartas posteriores al Evangelio que se ha demostrado que por la forma coloquial del lenguaje muchas de las cartas y versículos no podían provenir de pescadores, si no más bien de algún escriba romano... como ya explique en el tema abierto en este foro (Versículos de la Carta 1 de Pedro Manipulada al Servicio de Gobernantes y Ricos). Entonces cuando la persona que está leyendo la biblia vea en estas cartas leyes o enseñanzas que contradigan al Evangelio ya sabrá de antemano que cualquier escrito que contradiga al Evangelio no es de Dios.


Porque si alguien de primeras empieza a leer la Biblia de principio a fin sin haber leído antes las enseñanzas más actuales dichas por Dios, que son las del Evangelio, en cuanto llegue a las leyes de matanzas, sacrificios y condenas va a dejar la biblia y no la va a volver a leer jamás.


Pero si ya sabía lo que decía el Evangelio, sabrá que cualquier ley o enseñanza que contradiga al Evangelio, no viene de Dios y por lo tanto ha sido impuesta por los hombres que les convenían esas leyes y enseñanzas.