Cuando nos confrontamos con la palabra “la ira de Dios”. Podemos tener extrañeza, confusión e incluso contradicción.

¿Cómo es posible que Dios pueda tener ira, si en la escritura se lee que Dios es amor?

¿Cómo puede tener tan bajos sentimientos pasionales Dios?

Éstos y más razonamientos podemos hacer, si no aquilatamos y comprendemos la magnitud de la palabra: Dios. Esta lo explicaría todo.

En primer lugar, observemos como tradicionalmente a Dios se le ha dividido en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Todos los seres espirituales están comprendidos dentro de esta Trinidad. Todos, incluso malos e imperfectos como nosotros o aún más.

1.- Dios Padre es el concepto espiritual más perfecto que existe.

2.-Dios Hijo, es el concepto espiritual más amplio, que comprende a todos los seres en evolución espiritual. Pero también comprendería a todos aquellos seres espirituales, que por su egoísmo y error, pueden encontrarse en una posición estancada, o de definitivamente involucionante, dentro del cual se encontraría todas las fuerzas del mal que existieran.

3.- El espíritu Santo con origen en Dios Padre. Quien todo lo penetra y controla, hasta el nivel en el cual se respeta el libre albedrío de todos los seres espirituales.

DIOS HIJO.

Por lo tanto, dentro del concepto Dios Hijo, se pueden encontrar en el extremo más cercano a Dios Padre a: Jesucristo, Potestades, Principados, Tronos, Dominaciones, Los ancianos, Ángeles, Arcángeles, grandes profetas, etc.

En un nivel menor, nos encontraríamos nosotros. Y conviviendo en nuestra esfera, se encontraría el reino animal, el vegetal, el mineral. Pero también se encontrarían entidades espirituales involucionantes, a las cuales se les ha llamado entidades del bajo astral, o del mal. Entre ellas se pueden encontrar entidades con gran capacidad espiritual como pueden ser algunas manifestaciones de ovnis, chupacabras, demonios. Otros de menor capacidad como pudieran ser algunas manifestaciones dentro de la fenomenología de las ondinas, sílfides, sirenas, duendes, gnomos, etc.

Y aún en un nivel más inferior, estas entidades se pueden encontrar profusamente en el medio ambiente muy disminuidas pero activas y que jugarían un importante papel en los repentinos sentimientos y pasiones que puede experimentar todo ser vivo.
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Notas relativas:
Esta situación puede ser para bien o para mal. Para el bien, cuando permite a los seres inferiores del reino vegetal, animal y aún el mineral elevado, experimentar estos sentimientos, los cuales les ayuda a abrir y enriquecer su conciencia. Así, como también nos afectarían a nosotros, y aprendemos a no dejarnos llevar por sentimientos, emociones y pasiones extremas agresivas, abúlicas, viciosas, etc.

Por ello, el maestro Jesucristo constantemente las sosiega dentro de nuestro medio humano en el cual convivió, al expresar constantemente “la paz …os dejo…sea en esta casa…sea con vosotros…”

Creo que todo místico que busca su perfeccionamiento, tiene como una de sus principales tareas iniciales, el mantener la paz en su espíritu. Y con ello no permitir que las fuerzas del mal arriben a su templo. Esta es una de las grandes luchas que conlleva, para poder mantener su templo espiritual limpio y con ello poder tener la capacidad de dar entrada al Espíritu Santo, y así tener la posibilidad de seguir en el camino ascendente. La humildad, la probidad, la pureza, la fe, el amor universal, la castidad… son también elementos genuinos que permiten este ascenso.
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Observemos esta gran unidad.

Jesucristo la expresa esta unidad de que así como él está en el Padre, así seamos todos nosotros Uno con Ellos.

Dios se hace copartícipe de las acciones de todos sus hijos. No es como nuestra vida, en la cual nosotros no nos hacemos responsables de las acciones de nuestros hijos. Aunque esto sería normal y natural debido a nuestro nivel de imperfección.

Pero Dios Padre, se hace también copartícipe de todas las acciones de sus hijos, buenos y malos. Pues Él los ha creado. Y nosotros, coparticipamos en Su amor o en el alejamiento con nuestras acciones amorosas o agresivas.

Y por ejemplo: Si nosotros hacemos la guerra, Dios Padre se haría copartícipe y responsable EN SU NIVEL, de nuestras brutalidades. Pero quien realmente hace la guerra y el mal, sería solo una parte muy pequeña dentro del amplísimo concepto total de Dios Hijo. Nosotros.
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Nota relativa:

Nosotros desarrollamos nuestra ira y nuestras pasiones. Pero Dios padre también toma su responsabilidad y ha establecido previamente sus reglas y leyes universales. La ley gravitacional, leyes físicas, leyes químicas, leyes espirituales morales y correctivas, entre ellas la ley del karma y darma.

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Cuando en la Biblia se lee que se desata la ira de Dios, observemos que NUNCA se lee: “la ira de Dios Padre, o del Espíritu Santo”. Sino que se lee de forma global: “la ira de Dios”. Dios Padre toma su responsabilidad al habernos creado, pero quien realmente crea está ira, es una parte del gran concepto de Dios Trino. Lo hace un segmento muy pequeño y definido del concepto Dios Hijo, y por lo tanto, repercute en su propio nivel la ira creada por las acciones de su pasado. Los pueblos y las personas sufren las calamidades que ellos mismos han creado en el pasado.

Por ello, es un error creer al leer la Biblia, que Dios (Padre o el elevado Espíritu Santo) tenga y descargue ira. Absurdo. Aunque con gran humildad (No se entiende de otra forma) acepta Su responsabilidad (Como igualmente hace Su participación en el deseo de que alcancemos Su reino) al habernos creado.

Pero quien real y absolutamente crea la ira (y por lo tanto, la recibe posteriormente), es una parte del concepto: Dios Hijo.

Dios Padre es solo amor.

Los seres espirituales que conforman la parte de Dios Hijo, en sus más elevados niveles están llenos de amor.

Dios Hijo, en sus bajos niveles, tiene muchas imperfecciones y por ello crean situaciones atroces, hirientes, desgraciadas, de gran dolor. Aquí es donde se origina y se descarga inevitablemente la ira de su divinidad, nuestra divinidad con ese gran poder de crear el bien o el mal.

Dios Padre en su alto nivel, es solo amor y nos guía con su ejemplo.

Dios Hijo es amor en sus altos niveles y nos guían con su ejemplo, como lo hace nuestro señor Jesucristo.

Paz.

Ulsr.