Una vez hubo un gato a rayas. Este gato murió un millón de veces, y renació un millón mas. Tuvo varios dueños, todos le resultaban poco importantes. El gato no tenía miedo a morir. Un día el gato se encontró callejero, libre. Conoció a una gata blanca, y los dos pasaron sus días juntos, felices. Los años pasaron y la gata blanca se murió. El gato a rayas lloró un millón de veces, y después murió. No volvió nunca mas a la vida...