Cómo rezar el Santo Rosario: http://www.youtube.com/watch?v=PASzmajrfaY
Cómo rezar el Santo Rosario: http://www.youtube.com/watch?v=PASzmajrfaY
Última edición por Pumby; 31-may.-2011 a las 14:32
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!
Unos jóvenes cristianos de Madrid han hecho un vídeo muy currado para anunciar la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud en Agosto 2011, con la visita del Papa).
![]()
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!
¿Cuántas cosas son necesarias para confesarnos bien? (Catecismo de la Doctrina Cristiana. Comisión Episcopal de Enseñanza, Madrid 1980, pp. 55-58)
Para confesarnos bien son necesarias cinco cosas: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia.
Examen de conciencia es recordar todos los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
Dolor de los pecados es un sentimiento o pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios.
Propósito de la enmienda es una firme resolución de no volver a pecar.
Tenemos verdadero propósito de la enmienda cuando estamos dispuestos a poner los medios necesarios para evitar el pecado y huir de las ocasiones de pecar.
Debemos confesar todos los pecados mortales, y conviene decir también los veniales.
Los pecados se han de confesar con humildad y sencillez, manifestando los ciertos como ciertos, los dudosos como dudosos, y aquellas circunstancias que aumenten o disminuyan su gravedad.
Hay que confesar el número exacto de pecados mortales cometidos, y si no se recuerda, el número aproximado.
El que calla a sabiendas algún pecado mortal comete un grave sacrilegio, y no se le perdonan los pecados confesados.
Cumplir la penitencia es rezar las oraciones y hacer las buenas obras que manda el confesor, para satisfacer por la pena temporal de los pecados.
Breve examen de conciencia
¿He dudado o negado las verdades de la fe católica?
¿He practicado la superstición o el espiritismo?
¿Me he acercado indignamente a recibir algún sacramento?
¿He blasfemado? ¿He jurado sin necesidad o sin verdad?
¿Creo todo lo que enseña la Iglesia Católica?
¿Hago con desgana las cosas que se refieren a Dios? ¿Me he puesto voluntariamente en ocasión de pecar?
¿He faltado a Misa los domingos o días festivos? ¿He cumplido los días de ayuno y abstinencia?
¿He callado en la confesión por vergüenza algún pecado mortal?
¿Manifiesto respeto y cariño a mis padres y familiares?
¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida de familia?
¿He dado mal ejemplo a las personas que me rodean? ¿Les corrijo con cólera o injustamente?
¿Me he preocupado de la formación religiosa y moral de las personas que viven en mi casa o que dependen de mí?
¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge, evitando reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos?
¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen las obligaciones domésticas?
¿Tengo enemistad, odio o rencor contra alguien?
¿Evito que las diferencias políticas o profesionales degeneren en indisposición, malquerencia u odio hacia las personas?
¿He hecho daño a otros de palabra o de obra?
¿He practicado, aconsejado o facilitado el grave crimen del aborto?
¿Me he embriagado, bebido con exceso o tomado drogas?
¿He descuidado mi salad? ¿He sido imprudente en la conducción de vehículos?
¿He sido causa de que otros pecasen por mi conversación, mi modo de vestir, mi asistencia a algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista? ¿He tratado de reparar el escándalo?
¿He sido perezoso en el cumplimiento de mis deberes? ¿Retraso con frecuencia el momento de ponerme a trabajar o a estudiar?
¿He aceptado pensamientos o miradas impuras?
¿He realizado actos impuros? ¿Solo o con otras personas? ¿Del mismo o de distinto sexo?
Antes de asistir a un espectáculo o de leer un libro, ¿me entero de su calificación moral?
¿He usado indebidamente el matrimonio? ¿Acepto y vivo conforme a la doctrina de la Iglesia en esta materia?
¿He tomado dinero o cosas que no son mías? ¿He restituido o reparado?
¿He engañado a otros cobrando más de lo debido?
¿He malgastado el dinero? ¿Doy limosna según mi posición?
¿He prestado mi apoyo a programas de acción social y política inmorales y anticristianos?
¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse?
¿He descubierto, sin causa justa, defectos graves de otras personas?
¿He hablado o pensado mal de otros? ¿He calumniado?
¿Soy ejemplar en mi trabajo? ¿Utilizo cosas de la empresa en provecho propio, faltando a la justicia?
¿Estoy dispuesto a sufrir una merma en mi reputación profesional antes de cometer o cooperar formalmente en una injusticia.
¿Me preocupo de influir -con naturalidad y sin respetos humanos- para hacer más cristiano el ambiente a mi alrededor? ¿Sé defender a Cristo y a la doctrina de la Iglesia?
¿Hago el propósito de plantearme más en serio mi formación cristiana y mis relaciones con Dios?
Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque puedo condenarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Modo de confesarse
Pídele ayuda a la Santísima Virgen y acércate con confianza al confesionario. El sacerdote te comprenderá y te ayudará, aunque no sepas bien cómo confesarte o te dé cierto reparo.
A) Al arrodillarte en el confesonario dirás: "AVE MARIA PURÍSIMA", o el saludo acostumbrado. Y te santiguarás. También se puede añadir esta jaculatoria: "SEÑOR, TU CONOCES TODO, TU SABES QUE TE AMO".
Puedes empezar tu acusación así: "Hace tanto tiempo que no me confieso (una semana, cinco meses, seis años...); y me acuso de estos pecados". Y vas diciendo-los tuyos- uno tras otro, de manera sencilla, clara y breve. Es preferible que comiences por el que más te cuesta. Los mortales deben decirse todos, indicando en lo posible el número de veces: ¡no calles voluntariamente ninguno de los que recuerdes, ya que la confesión no te serviría para nada y cometerías un nuevo pecado que se llama sacrilegio!
Escucha bien los consejos y la penitencia que te indique el confesor Y antes de que te absuelva, manifiesta tu contrición, diciendo, por ejemplo: "JESÚS, HIJO DE DIOS,
APIÁDATE DE MÍ, QUE SOY UN PECADOR".
B) En la absolución del sacerdote, estas son las palabras esenciales "Y YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO,+ Y DEL ESPÍRITU SANTO". Tú respondes: "AMÉN".
C) Terminada la confesión, agradece al Señor su misericordia y cumple, lo antes posible, la penitencia impuesta. Procura también recordar y poner en práctica los consejos recibidos.
Recuerda, finalmente, que para comulgar bien, además de estar en gracia de Dios, se requiere no haber comido ni bebido -excepto agua y medicinas- al menos desde una hora antes; y saber que en la Sagrada Comunión recibimos a Jesucristo Nuestro Señor. A los enfermos no les obliga el ayuno.
(Más sobre la Confesión, en el folleto: LA CONFESIÓN EXPLICADA POR EL PAPA JUAN PABLO II: en Internet)
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!
Ahora que viene el veranito, cuidado con las exposiciones al sol sin buena protección, todos, pero en concreto las personas en torno a los 16 años, que parece ser que son más vulnerables al cáncer del piel. El vídeo es estremecedor y está circulando ya cada vez más. Pásalo.
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!
María, bendita seas entre todas las mujeres.
María, eres llena de gracia.
Ayyyy! y yo justo le habìa enviado 50.000 dòlares.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, nada te debo!
¡Vida, estamos en paz!
I loved, I was loved, the sun caressed my face.
Life, you owe me nothing, Life, we are at peace!
Hombre Pumby, como tú por aquí.
¡Un abrazo!
Un abrazo
16 de JULIO: ¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡VIVA LA REINA DEL MAR! ¡VIVA LA MADRE DE LOS MARINEROS! ¡VIVA LA SALVADORA DE LOS NÁUFRAGOS!
Y Patrona, también, de los que se ahogan por dificultades económicas o de cualquier otro tipo.
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!