Dices, ¿esos mismos que les dieron tunda y media a los aborìgenes, los pusieron a tejerles la ropa, -enseñándoles primero a usar el telar- a trabajar en mil y una otra cosas, les enseñaron el español con que ahora posteas, a sentarse en sillas y en fin, toda la modernidad?. Ah, esos, sí, mis ascendientes, que en verdad llegaron harto rotositos y acabaron bastante bienhabidos. Jua, jua, jua.